Una mujer de setenta y cinco, acostumbraba decirse a sí
misma, “estoy perdiendo mi memoria.” Ella volvió al revés el procedimiento y practicó la autosugestión inducida varias veces al
día como a continuación se indica: “Mi memoria desde hoy mejora
en cada sección. Siempre recordaré lo que sea que necesite saber a
cada momento de tiempo y punto del espacio. Las impresiones
recibidas serán más claras y más definitivas. Las retendré
automáticamente y con facilidad. Lo que sea que desee recordar
inmediatamente se presentará en la forma correcta en mi mente.
Mejoro rápidamente todos los días, y muy pronto mi memoria estará
mejor de lo que nunca ha estado antes.” Al cabo de tres semanas, su
memoria estaba de regreso a la normalidad, y ella estaba fascinada.
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